En mayo de 1997, en donde funcionaba la sede de Gays por los Derechos Civiles y la Biblioteca Lésbico Gay, sobre la calle Paraná al 100, había una fiesta más, como tanta otras a las que mucha gente de la comunidad GLTTB asistía. Fue en ella que dos activistas gays decidieron probar con una convocatoria para jugar al fútbol. Entre gays.
Publicaron en la revista NX Periodismo Gay para todos, del Grupo NEXO, un aviso que salió en junio, que decía: “Sumate a la cruzada del fútbol gay. Participá.”
La primera reunión fue para coordinar un horario y un lugar para empezar con nuestros partidos. Fuimos alrededor de doce. Dos meses después la cantidad se había duplicado. La simple idea de ver qué pasaba entre gays jugando al fútbol había surtido efecto y la cantidad de llamados auspició que la revista NX nos diera la posibilidad de publicar un aviso a color con un mejor diseño, cada mes que salía al mercado.
Así continuamos durante varios meses divirtiéndonos. Y se sumaron personas heterosexuales, que también querían participar y jugar buen fútbol. El sueño se había hecho realidad, nos estábamos divirtiendo de lo lindo a tal punto que cada noche al finalizar el juego nos juntábamos en el bar del lugar para comernos una buena parrillada. Comenzaba una amistad. Sólo eso y estaba bárbaro.
Un catalán, de visita por estos pagos, nos contó sobre su experiencia en los Mundiales de Fútbol Gay que organizaba la IGLFA y sobre la realización de los Gay Games de Amsterdam ‘98.
El verano de 1998 nos encontró mejor organizados, cambiamos de lugar para jugar, pasamos de fútbol 5 a fútbol 9 y con una concurrencia de alrededor de treinta personas. La utopía de viajar a Holanda estaba en nuestros corazones, así que fijamos fechas de entrenamiento y nos pusimos a buscar DT. Y debíamos ver cómo nos hallábamos jugando en cancha de 11.
Las sugerencias de nuestros nuevos amigos en el exterior, para poder acceder a becas, viáticos y otras posibilidades de viaje, fueron para que nos constituyéramos en asociación. Así que nos reunimos y se tiró el nombre de Deportistas Argentinos Gays.
El lunes 23 de febrero de 1998 surgió la DAG como Asociación Civil sin fines de lucro, con sus objetivos, su logo (una escarapela con los colores de la bandera del arco iris y tres cintas que se desprenden de ella –de mayor a menor- con los colores y sol de la bandera argentina) y el propósito de convertirla en el “fomento y desarrollo de todo tipo de actividades deportivas en forma amateur (no profesional), culturales y sociales sin fines de lucro, sin ningún tipo de discriminación por razón de raza, condiciones físicas, psicofísicas, sociales, económicas, de edad, género, sexo, orientación sexual e identidad sexual, religión, etnia, ideología, idioma, nacionalidad” y especialmente con ganas de divertirnos y pasarla bien.
Motivados por edificar día a día la muralla que frene la discriminación en el deporte, los miembros de la DAG plantamos la semilla y elegimos a las primeras autoridades.
Pasaron 11 años, nuevamente un lunes, como en aquel entonces, festejamos un 23 de febrero el día de nuestra fundación.
Deportistas Argentinos Gays, que nació como fútbol, que amplió su cometido al tenis y quiere sumar otros deportes, es la cuna de Los Dogos, la selección gay de fútbol, que fue CAMPEON DEL MUNDO 2007 en Buenos Aires y SUBCAMPEÓN SUDAMERICANO 2008 en Melo, Uruguay.
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